viernes, 31 de mayo de 2013

Establecer propósitos de lectura




Importancia de leer

Como estudiantes y más como universitarios queremos terminar rápido una lectura, al final, la leemos pero es poco lo que comprendemos y poco también lo que apropiamos  y lo que queda en nuestra memoria para ser utilizado posteriormente.
Muchas veces, más de las que quisiera, me ha pasado esto,  no recuerdo un tema que puede llegar a ser trascendental en el ejercicio de mi carrera, la medicina, simplemente por que no comprendí realmente el tema, porque no leì bien, porque el profesor no fue los suficiente claro.   Finalmente  el más afectado  es el paciente a quien no le puedo decir  simplemente ” no me acuerdo como tratar su enfermedad”.  Entonces leer bien se constituye además en una responsabilidad social.

Leer bien



Reglas básicas para leer

 reglas básicas para leer bien:
  • Realizar una lectura activa. Por supuesto nada de un sofa o cama para leer. Cojamos el libro y subrayémoslo, hagamos anotaciones en los márgenes, etc. Si no podemos, cojamos una libreta y hagamos notas y fichas con lo que nos parece más importante, los conceptos, definiciones y plabras clave que tenemos que memorizar, el esquema explicativo de cada capítulo, etc. etc. La lectura será más lenta, pero lo compensaremos comprendiendo y memorizando mucho mejor, nos aburriremos mucho menos, y dejaremos de perder concentración. Una lectura activa de un capítulo de un libro puede equivaler a más de tres o cuatro lecturas pasivas del mismo capítulo. Por tanto, ir lento cunado haces una lectura activa es ir más rápido a la larga.
  • Comprender la lectura. Hay que esforzarse por comprender lo que se lee. El diccionario, la enciclopedia, búsquedas en Internet, deben ser recursos muy próximos al texto que estamos leyendo. Es importante que no nos dé pereza ir a consultarlos. Si no entienes una frase al incicio de tu lectura, será más difícil comprender el resto. Trata de averiguar el significado de las palabras y conceptos que no tengas claro. No acumules "ignorancias". Si no logras entender algo, anótalo en una libreta y consúltalo, bien en Internet o pidiendo ayuda a tu familia, llamando por teléfono a un compañero, o bien, pregúntalo al profesor nada más llegar a clase si nadie antes ha podido resolverlo.
  • Sé consciente de lo que lees en cada momento. Hay estudiantes que si les preguntaras cómo se llama el capítulo y el epígrafe del libro que están leyendo es ese momento no sabrían qué responder o lo confundirían con otro anterior. Para comprender y memorizar bien una lectura es muy importante retener perfectamente los títulos de los distintos capítulos, epígrafes, subepígrafes, apartados, etc. Para retener y clasificar lo que vamos leyendo el cerebro necesita saber almacenarlo con un cierto orden o lógica. Es la forma de no perdernos entre tanta sopa de letras... Por tanto, toma como una obligación memorizar cada epígrafe y apartado, recuérdalo de vez en cuando mientras que estés leyendo dicho apartado. Será una forma de fijar mentalmente el contenido de un apartado con su título. Créeme es importantísimo.
Leer bien y lectura rápida

No hay que confundir aprender a leer bien con la lectura rápida. Los consejos anteriores son muchos más importantes para los estudiantes que tienen dificultades con el estudio que seguir cursos de lectura rápida.

La lectura rápida se consigue leyendo muchos libros y siguiendo algunas técnicas elementales que propician un deplazamiento de la vista vertical en vez horizontal. El cerebro es mucho más rápido que el desplazamiento del ojo. Por esto, las técnicas de lectura rápida propician la captación de frases encadenadas (absorbiendo su significado y el hilo del argumento) y evitan ir discurriendo lentamente palabra a palabra en cada reglón.

Se cuenta que el Presidente de los Estados Unidos John Fitzgerald Kennedy -y brillante alumno de Harvard-, leía un libro de unas 200 páginas en unos 10 minutos. Kennedy en apenas tres segundos captaba lo fundamental de cada página. Este tipo de lecturas son útiles para políticos y ejecutivos de empresas que deben leerse informes, documentos, memorandos en muy poco tiempo. También para estudiantes de cursos superiores o avanzados. A mi juicio no son recomendables para estudiantes que empiezan a mejorar sus métodos de estudio y están en sus incicios.

Temas relacionados con Aprender a leer bien y lectura rápida (estudiantes avanzados)

aprender a leer

Aprender a leer bien

Algunos estudiantes tienen problemas en leer bien y esto tiene un efecto muy negativo en los estudios. Quizás tú estés en alguno de estos casos:
  • Mi velocidad de lectura es muy lenta, me exaspera lo que tardo en leer una sola página.
  • No entiendo los textos. Me desanima no conocer el significado de tantas palabras.
  • Me pierdo muy fácilmente. Hay veces que sigo leyendo, pero he perdido el hilo de la lectura, no sé de que va lo que estoy leyendo en ese momento.
  • Me aburro, no puedo leer, bostezo y me duermo.
Muchos estudiantes, especialmente los considerados malos estudiantes, tienen un serio problema con la lectura: no saben leer, no han aprendido a leer bien. Este deficiencia la llevan arrastrando desde cursos inferiores y llega un momento que pasa factura y provoca suspensos, repetición de curso, y en general, desánimo de los estudiantes cuando se ponen a estudiar.

Aprender a leer bien

Hay técnicas de lectura rápida, pero lo más urgente es mucho más sencillo. Algunas de estas recomendaciones las abordamos anteriormente. Recomendamos:

Reglas básicas para leer

Saber leer bien es básico para obtener buenos resultados académicos. Muchos de los llamados “malos estudiantes” arrastran este problema desde cursos inferiores. Su velocidad de lectura es muy lenta, se aburren, no entienden los textos, se pierden fácilmente… esto provoca el suspenso, repetir curso y que cunda en ellos el desánimo.
Saber leer bien facilita el aprendizaje y ahorra tiempo de estudio. Con estas sencillas reglas podrás mejorar tu velocidad de lectura y podrás entender lo que lees:
La lectura debe ser activa. Para estudiar un texto en condiciones es bueno subrayar lo importante, hacer anotaciones en los márgenes, esquemas en el cuaderno, resaltar y memorizar las palabras y conceptos clave… aunque tardes más en leerlo, estás comprendiendo y memorizando la información mucho mejor que con una lectura rápida. Una lectura activa equivale a leer el texto entre tres o cuatro veces de forma pasiva. Por supuesto olvídate de hacerlo en un sofá, viendo la tele o escuchando el último de U2.

Debes esforzarte en comprender y conocer todo lo que lees. Apoya la lectura de un texto con otros libros, diccionarios, enciclopedias o Internet para consultar aquellas palabras que no entiendas. Conociendo todo lo que lees te será más fácil entender el conjunto y la información se almacenará completa en tu cerebro.
Debes tener claro lo que estás leyendo en cada momento. Para comprender y memorizar bien una lectura es fundamental retener los títulos y subtítulos de las diferentes partes del texto. De esta forma el cerebro podrá almacenar la información con un cierto sentido y lógica, evitando confusiones y mezcla de informaciones.
No es lo mismo leer bien que leer rápido. Para leer rápido hay que tener mucha práctica en leer bien. Una lectura rápida se consigue leyendo muchos libros y siguiendo algunas técnicas elementales que buscan, a la hora de leer, el desplazamiento de la vista vertical en lugar del desplazamiento horizontal, que es el que utilizamos la inmensa mayoría de mortales.

BIOGRAFIAS

LAURA MELISSA GIRALDO: ESTUDIANTE DE LA ESCUELA DE ADMINISTRACIÓN Y MERCADOTECNIA DEL QUINDÍO  1 SEMESTRE DE ADMON  TIENE 18 AÑOS NACIÓ EN YOPAL CASANARE,  EGRESADA DEL COLEGIO INSTITUTO BUENAVISTA , ESTA ENCONTRA DEL MALTRATO ANIMAL.


YAMILETH OSPINA ESCOBAR: ESTUDIANTE DE LA ESCUELA DE ADMINISTRACIÓN Y MERCADOTECNIA DEL QUINDÍO 1 SEMESTRE DE ADMON, TIENE 23 AÑOS NACIÓ EN MONTENEGRO (Q) EGRESADA DEL COLEGIO SANTA MARIA GORETTI.